Resolver dudas, facilitar la comprensión, fomentar la atención, reducir la brecha digital… Estos son algunos de los beneficios de grabar las clases para que todos los estudiantes puedan acceder a ellas cuando lo necesiten. Así lo señala Noelia Valle, directora del Instituto de Innovación de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV Madrid). Estas son las razones.
En
estas primeras semanas de curso, mientras estrenamos un nuevo formato de
docencia y aprendemos a normalizar las nuevas herramientas de trabajo, cámaras, pantallas, videoconferencia, kits
de desinfección, mascarillas,… he observado,
en diferentes foros docentes, una preocupación que parece sumar inquietud a una
situación ya bastante desconcertante. Son muchos los profesores que no
comparten la recomendación de grabar las clases online o híbridas. Lo hacen
aludiendo principalmente a dos razones: el uso fraudulento que los alumnos
puedan hacer de su imagen o de los contenidos de sus presentaciones, y el
posible absentismo de los estudiantes al saber que van a disponer de las clases
grabadas.
Las preocupaciones
Pero
no son las únicas preocupaciones que muestran los docentes…
La
realidad es que los estudiantes ya podían grabar nuestras clases en el formato
tradicional y hacer con ellas todo lo que ahora parecemos temer. Hace años, ya
había quien se llevaba una grabadora a clase, pero con los teléfonos móviles
grabar un audio, un vídeo o hacernos una foto en clase es relativamente
sencillo. Además, las clases retransmitidas en remoto pueden ser grabadas con
bastante calidad por los propios estudiantes en sus ordenadores con cualquier
aplicación utilizada para grabar la pantalla.
En
cuanto a los contenidos, la mayoría de los profesores llevamos años
compartiendo nuestras presentaciones en las aulas virtuales de donde los
alumnos las pueden descargar y disponer de ellas como quieran. Y si bien es
cierto que buscar, organizar y mostrar de la mejor forma el contenido es
trabajo nuestro, lo que enseñamos está sacado de libros, artículos o webs de
otros autores, así que la responsabilidad de cada uno de nosotros de
referenciar adecuadamente los recursos que utilizamos para dichas
presentaciones no es nada nuevo.
Respecto
a que la grabación de las clases haga innecesaria la asistencia de los alumnos
la solución es en principio sencilla, una clase presencial no puede ser
completamente sustituida por una grabación si durante la clase los estudiantes
participan a través de las herramientas digitales disponibles. Si esa
participación además forma parte de la evaluación, difícilmente los alumnos se
arriesgarán a perder dicha actividad.
5 motivos para grabar las clases online
Sin
embargo, lo más importante es identificar las razones por las que se recomienda
grabar las clases online, aun aceptando que dicha grabación no puede sustituir
por completo a la clase recibida en directo. Estas son las siguientes:
1. Facilitar el seguimiento
La
grabación de la clase permite que un alumno con problemas de salud propia o
familiar pueda recibir las explicaciones de su profesor, algo especialmente
relevante y lamentablemente frecuente en la situación de emergencia sanitaria
actual. También facilita el seguimiento del curso para aquellos estudiantes
trabajadores o repetidores que suelen tener incompatibilidad de horarios y
pierden su derecho a recibir las clases con frecuencia.
2. Reduce la brecha digital
En
este sentido, la grabación de las clases retransmitidas en directo reduce
además la brecha digital y el estrés tecnológico de profesores y estudiantes
que tengan problemas de conexión o dificultades para acceder en todo momento a
los recursos tecnológicos necesarios. Esto ayudará sin duda a conseguir el aprendizaje
de todos nuestros alumnos sea cual sea su situación o necesidad.
3. Mejora la atención de los estudiantes
La
posibilidad de visualizar las clases cuantas veces sea necesario favorece el
rendimiento de los alumnos con diferentes ritmos de aprendizaje. Esto ya ha
sido demostrado por metodologías como el Flipped Learning. Por otro lado, el
aprovechamiento de las clases mejora, ya que se reduce la preocupación de los
estudiantes por transcribir en sus apuntes las explicaciones del docente en ese
momento, y aumenta su nivel de atención y comprensión en clase. En mi
experiencia, las preguntas durante la clase pasan del “¿puedes repetir?” a
preguntas de comprensión.
4. Menos tutorías
Los
vídeos generados minimizan la necesidad de tutorías para la resolución de dudas
que, en la mayoría de los casos, son sobre contenidos que no han comprendido
durante las clases o no han cogido correctamente en sus apuntes. Esto hace que
el tiempo para las tutorías sea de mayor calidad y aprovechamiento.
5. Profesores más humanos
La
última razón, es que grabar nuestras clases es un ejemplo de transparencia y
buena práctica. No hay profesores perfectos, igual que no hay seres perfectos.
Un profesor tiene derecho a confundirse, a tener un mal día, a no saberse todas
las respuestas, y no debemos tener miedo a que eso quede grabado pues no solo
tenemos derecho al error, sino que exponernos a pesar de ser imperfectos nos
hace más humanos y nos acerca a nuestros estudiantes. Enseñar es también
enseñarse (o mostrarse) a los demás, y esta nueva forma de enseñarnos nos ayuda
a ser ejemplo y guía para nuestros alumnos.
Por: Educación 3.0
Fuente https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/grabar-las-clases-online/
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