lunes, 9 de noviembre de 2020

La DIALÉCTICA para P Freire

La DIALÉCTICA para P Freire

La originalidad de Freire está en la superación de una forma de pensar totalizadora de la vida, pues él busca construir crítica y creativamente nuevos elementos para concebir la vida humana en sociedad de un modo radicalmente democrático y liberador. Al  elaborar una nueva visión epistemológica a partir de la producción del conocimiento de forma dialógica, intersubjetiva y dialécticamente abierta al dinamismo de la vida, la diferencia y lo inédito viable, inspira además profundas innovaciones en la visión política y ética de los problemas que desafían al mundo actual.


En Freire hay la visión dialéctica diferenciada con relación a la tradición moderna. De una manera distinta a la de los clásicos de la dialéctica moderna (Hegel y Marx), hay en su pensamiento una diferencia significativa en el modo cómo fundamenta el proceso dialéctico de la vida humana en su totalidad, pues parte de la realidad concreta de los seres humanos deshumanizados con el objetivo de problematizar su mundo a través del diálogo crítico y transformador de las culturas.

Freire retoma la dialéctica en sus orígenes griegos y nos  vuelve a colocar la relación entre dialéctica y diálogo, dando así nuevos fundamentos para superar la clásica tríada dialéctica inaugurada por la modernidad occidental y expresada tradicionalmente a partir de los términos hegelianos: AfirmaciónNegación-Negación de la negación. Lo que Freire apunta nuevamente en su concepción dialéctica es la comprensión de la historia y del papel/ importancia de la subjetividad humana en la construcción de un mundo socio-culturalmente estructurado.

Un momento histórico posterior es algo nuevo, que nunca podrá ser predeterminado y/o domesticado por los momentos que anteceden, pues el futuro de la historia es algo a ser construido por nuestra inserción en el mundo. O sea, mientras en la tríada dialéctica clásica la tendencia natural del proceso es reforzar la Tesis (Afirmación) en detrimento de la Antítesis (Negación), debilitando la contradicción por medio de la eliminación de las contingencias (CIRNE-LIMA), en la dialéctica dialógica de Freire no hay el predominio de una posición sobre la otra, pues el propio diálogo, en su autenticidad, se nutre de la apertura al otro, dando así la oportunidad de revelar lo nuevo en la historia.

Ese proceso dialéctico-dialógico, que asume constantemente nuevos modos y/o niveles de elaboración y de afirmación de la vida en sociedad, jamás tendría un punto de llegada final, pues si fuera así, la historia se cerraría en sí misma y negaría su propia naturaleza, constituida de contradicciones, tensiones y conflictos, que nos impulsan hacia nuevos sentidos de la vida humana.
Hombres y mujeres, a lo largo de la historia, nos vimos convirtiéndonos en animales realmente especiales: inventamos la posibilidad de liberarnos en la medida que nos convertimos en seres capaces de percibirnos como inconclusos, limitados, condicionados, históricos. Percibiendo, sobre todo, también, que la pura percepción de la inconclusión (…) no es suficiente. Es necesario juntar a ella la lucha política por la transformación del mundo. (FREIRE0)
En el diálogo abierto, el ejercicio de la argumentación de los sujetos participantes, garantiza que las posiciones diferentes tengan iguales condiciones de ser oídas, debatidas y evaluadas con base en el proceso de construcción dialógica del mundo humano. Entonces, la construcción dialéctica freiriana confiere un sentido innovador y una fundamentación diferente, desde la construcción lógico racional de la experiencia humana en el mundo, hasta la producción cultural de las formas de organización de la sociedad y su recreación a través de la historia, porque las raíces profundas de su proceso efectivo buscan la liberación de la humanidad y no su control, a diferencia de una visión histórica determinista, que, desgraciadamente, la tradición dialéctica hegeliano-marxista reprodujo en los últimos siglos.

Otro aspecto innovador de la propuesta dialéctica freiriana se revela igualmente a partir de su posición fronteriza entre la modernidad y la posmodernidad (GIROUX). Freire persigue una síntesis original entre los aspectos positivos de la modernidad y la necesidad de superación de ella a partir de una visión posmoderna, que no renuncie a la utopía de un proyecto emancipador de la sociedad. Por otro lado, hace críticas profundas a la moldura opresora y dominante, intrínseca al “proyecto de modernidad” europea, que prometía emancipar a los pueblos de otros continentes y produjo, en la práctica, profundas secuelas de exclusión social y deshumanización de las personas, sin contar la destrucción de las culturas de los “pueblos colonizados” y de su Mundo Vivido que sufrieron el impacto de las conquistas europeas (DUSSEL)
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En este sentido, Freire comulga con las críticas posmodernas frente al eurocentrismo (intrínseco al proyecto iluminista), que impuso un modelo de vida alienante, necrófilo y destructivo para los diferentes pueblos del mundo a través de una invasión cultural opresora, deshumana y destructiva para las culturas diferentes del núcleo occidental. Sin embargo, las posiciones de Freire se alejan de una posmodernidad conservadora que justifica la realidad del mundo actual de la forma en que existe, al concebirla como algo natural, inexorable e incluso infranqueable. O sea, “la idea de inexorabilidad del futuro como algo que vendrá necesariamente, de cierta forma constituye lo que vengo llamando fatalismo liberador, o liberación fatalista, es decir, aquella que vendrá como una especie de regalo de la historia”. (FREIRE).

Por lo tanto, esa perspectiva de la dialéctica-dialógica en Freire implica concebir la esencial apertura al mundo de la vida humana, a partir de la cual  la historia y principalmente el futuro humano continúan reservándonos sorpresas y novedades a través de nuevas construcciones de formas o modelos de vida. Es en esta dimensión de futuro de la historia que se basa la esperanza y la utopía como rasgos constitutivos de la propia naturaleza humana (FREIRE).

De esta forma entendemos que Freire buscó elaborar nuevas bases filosóficas (antropológica, epistemológica, política y éticamente), que nos dan la oportunidad de discutir alternativas para la sociedad y la existencia humana en la contemporaneidad - capaz de garantizar un sentido liberador, humanista, radicalmente democrático y solidario en la organización, producción y recreación de la vida en sociedad.


Autor
Jaime José Zitkoski

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